Tulas Deportivas

La pérdida de un empleo es algo que preocupa a cualquiera. Algunos se deprimen y otros se preocupan por el futuro.

Pero es el gran momento de replantearse las trayectorias y la re-ubicación profesional. También hay que recordar el hecho de que todos los conocimientos y la experiencia aprendidos anteriormente pueden ser muy útiles en otras empresas.

Una cosa que nunca se puede tirar son los contactos. Muchas personas son tímidas y tienen dificultades para establecer redes.

Pero tener buenas relaciones profesionales puede ayudar a que te conozcan mejor los demás y a que te re-ubiquen en el mercado laboral.

Siempre hay alguien que conoce a un amigo que comenta una vacante. Así que mantenga sus contactos al día y tenga, si es posible, una tarjeta de visita. Manténgase a la vista de todos.

Mantener el currículum actualizado también es esencial para la reubicación. Pero no te pases con la información.

Si empiezas a añadir demasiadas cosas y a poner experiencias que no tienes, puede ser malo. Las mentiras tienen una pierna corta.

El entrevistador puede darse cuenta en medio de la conversación de que la información del documento no es cierta. Cuando se pierde la confianza, se pierde todo.

Por eso no debes olvidar que, aunque no consigas un trabajo en esa entrevista, pueden surgir futuras oportunidades, quizá en la misma empresa. Por lo tanto, sea sincero.

Cuida también tu imagen, porque vale más que mil palabras. Esta expresión nunca ha sido tan utilizada como hoy en día con las redes sociales.

Las empresas observan el comportamiento de los candidatos en las redes sociales y, según lo que vean, puede influir mucho en la contratación o no de un empleado.

Así que ten cuidado con lo que publicas. Analiza siempre qué tipo de mensaje están transmitiendo tus fotos o comentarios sobre ti. Las redes sociales no son diarios personales. Todo el mundo está allí mirando, especialmente los contratadores.

Durante una entrevista, evite hablar demasiado. En una entrevista, cuando el entrevistador hace demasiadas preguntas, puede significar que el candidato está diciendo muy poco.

Sin embargo, es importante responder a las preguntas con objetividad, sin andarse con rodeos, sin hablar demasiado de su vida personal.

Cuando la persona empieza a hablar mucho de este tipo de temas, puede desdibujar y comentar cosas que no están relacionadas con lo que la empresa busca.

Hay otro factor que puede dificultar la vida del candidato: el nerviosismo. Un consejo es que, cuando vayas a una entrevista, intentes contar lentamente del 1 al 10 ó recordar tu número de identificación, otros documentos o la matrícula del coche.

Este tipo de ejercicio mental puede ayudarte a calmarte. La aprensión del momento puede hacer que una persona hable mucho y diga cosas innecesarias. Por lo tanto, cuanto más cómodos y tranquilos estén, más racionales actuarán.

Por último, y más importante, es la ética profesional. Si ya tiene una experiencia previa, es importante no mencionar momentos desagradables o negativos, ya que esto acabará comprometiendo la imagen de la persona.

Cuando comentes algo sobre un tema anterior, piensa muy bien antes de hablar. Es necesario centrarse en las cosas positivas y en las lecciones aprendidas.

Aunque es difícil hablar sólo del lado positivo, evita pensar en cuestiones negativas. Son su imagen y su primer contacto los que están ahí. La primera impresión es la que se queda.