Tulas Deportivas

El salón es una de las zonas principales de la casa. Es en el salón donde recibimos a nuestros invitados y pasamos gran parte de nuestro tiempo.

Por lo tanto, debe ser un lugar agradable y bello, que resulte agradable a la vista y sea cómodo y acogedor.

A la hora de decorar un salón, los pequeños detalles marcan la diferencia y pueden cambiar drástica-mente el ambiente de la habitación.

La manta para sofá, por ejemplo, es un accesorio que da color y vida al ambiente, además de proteger el mueble en el que se utiliza, y tiene infinitas formas de uso.

Consejos para utilizar la manta para el sofá en la decoración del salón:

Colocarse desde el respaldo del sofá hasta los cojines, bien alineados. Colocarse sin apretar en los brazos del sofá. Cubriendo todo el sofá, transversalmente. Estar colocado en una sola esquina del sofá. Cubra sólo el respaldo o los cojines que están en el sofá. A la hora de elegir las mantas para los sofás, intenta evitar las de tejido liso, porque resbalan en el sofá.

También hay que tener cuidado con los colores: deben ajustarse a tu gusto, pero deben estar en armonía con los colores ya presentes en el entorno.

Si tu sofá tapizado tiene colores neutros como el beige, el gris, el blanco y el negro, las mantas pueden tener una amplia gama de patrones (como los cuadros escoceses y los estampados de animales) y múltiples colores: los sofás de colores neutros van bien con mantas de colores cálidos y fuertes, como el rojo y el naranja.

Si los muebles tapizados de tu salón ya tienen dibujos o colores fuertes, opta por mantas del mismo color que los muebles, pero en tonos más delicados, las mantas lisas de otros colores también son una opción en este caso.

Otros elementos decorativos son esenciales para el salón de una casa. Alfombras, cortinas, lámparas, candelabros y pequeños objetos como marcos de fotos.

Alfombras de salón:

Las alfombras del salón deben estar en armonía con el tamaño de la habitación y la forma de los muebles, por lo que hay que usar el sentido común al hacer la elección: las alfombras redondas, por ejemplo, son difíciles de combinar con otros objetos.

Los colores también deben estar en sintonía con el entorno: el tono de la alfombra puede incluso coincidir con los detalles del sofá, como los estampados o la manta.

Si tiene dudas sobre el tono de la alfombra, prefiera los colores neutros como el blanco, el beige o el gris, ya que combinan fácilmente con los demás elementos presentes en la habitación.

Cortinas de salón:

Las cortinas, al igual que las alfombras para el salón, deben tener un tamaño armónico con la estancia de la casa donde se van a colocar.

Pueden tener colores en tonos similares a los de los muebles, pueden ser de color neutro, si los muebles son de color o con dibujos, o pueden destacar: si el resto de la habitación es de colores neutros, la cortina vibrante iluminará la habitación.

El color de las cortinas también puede ir a juego con los cojines y la manta del sofá, o con la alfombra.

En cualquier caso, evite el contraste excesivo y la presencia de muchos colores en una misma habitación, intente utilizar el juego de colores neutros y vibrantes a su favor, embelleciendo su salón y haciéndolo encantador y acogedor.